Arsenal Atletico Rafaela Begrano Banfield Boca Defensa y Justicia Estudiantes Gimnasia Esgrima de la Plata Godoy Cruz Independiente Lanus Newlls Olimpo Quilmes Racing River Rosario Central San Lorenzo Tigre Velez

05 julio 2012

Se despide de Boca el máximo ídolo en la historia xeneize

Por Matías Adami @matiadami2


Juan Román Riquelme anunció que dejará de vestir la camiseta azul y oro: “Me siento vacío, no tengo más nada que darle al club”. Esto sucedió luego de finalizar el partido ante Corinthians por la final de la Copa Libertadores de América. Nada tuvo que ver el resultado: la decisión estaba tomada.
Se despide de Boca el jugador que fue ovacionado por toda la Bombonera en su debut aquel 10 de noviembre de 1996, ante Unión de Santa Fe. Carlos Bilardo le había recomendado a Mauricio Macri –presidente de Boca- que incorporara algunos jóvenes de la cantera de Argentinos Juniors. El pase de Riquelme costó 800 mil dólares. En su primer partido se notaban destellos de calidad que lo hacían distinto al resto. No sintió la presión de debutar en Primera y la rompió, participando en cada jugada de ataque de Boca y con su visión de juego que le permitía ver más allá que el resto.

Carlos Bianchi arribó al club en 1998 y él, con la 10 en la espalda, comenzaba a mostrar lo importante que sería para el club. Obtuvo el bicampeonato (Apertura ’98 y Clausura ’99) y en el 2000, comenzó la hegemonía Xeneize a nivel continental. Ese año, obtuvo la Libertadores. Su actuación a lo largo de la Copa fue brillante y la culminó con uno de los mejores partidos en su carrera: vs Palmeiras en Brasil. Lograr la Libertadores le permitió a Boca viajar a Japón para enfrentar al Real Madrid. Aquel equipo español repleto de figuras como Luis Figo, Roberto Carlos, Fernando Hierro, entre otros. En esa oportunidad, Riquelme enloqueció al mediocampista Makeléle. El francés no pudo controlarlo en todo el partido. 
El 2001 fue otro año glorioso para Román. Otra vez, de la mano de Carlos Bianchi, ganó la Copa Libertadores. Ésta vez, enfrentó al Cruz Azul en la Bombonera y también jugó un buen partido. Estrelló un remate en el travesaño y anotó su penal en la definición. Viajó a Japón con la ilusión de conseguir la Copa Intercontinental por segunda vez consecutiva pero el Bayern Múnich ahogó esa ilusión con un gol en  tiempo suplementario. El joven ya consagrado de 23 años, quebró en llanto. A mediados del 2002, dejó el club y emigró a España para incorporarse al Barcelona de Van Gaal. 
 



Su regreso a Boca fue a préstamo en febrero de 2007. En ese entonces, Miguel Ángel Russo era el DT del equipo y con un Riquelme extraordinario, el Xeneize se consagró campeón de América. Anotó 3 goles en la serie final y fue el goleador de la Libertadores. Al concluir la Copa, tuvo que reincorporarse al Villarreal y por eso, no pudo participar del Mundial de Clubes del 2007.
La tercera etapa de Riquelme en Boca no se hizo esperar. La dirigencia Xeneize tuvo que abonar 15 millones de dólares para que el 10 regrese al club. Jugó la Copa Libertadores del 2008 y quedó eliminado en semifinales ante el Fluminense. En aquella serie, Riquelme había anotado los dos goles en el Cilindro de Avellaneda -la Bombonera había sido suspendida- para empatar 2 a 2 ante el conjunto brasileño. Disputó la Recopa Sudamericana ante Arsenal de Sarandí. Anotó un gol de tiro libre sobre la hora que le permitió a Boca consagrarse campeón. Además, con Carlos Ischia como DT, el equipo de la Ribera obtuvo el Apertura ’08, campeonato que tuvo a Lucas Viatri como goleador y a Riquelme en un nivel sobresaliente. 
 
Al año siguiente, en 2009, Román vive una de las peores frustraciones a nivel futbolístico en el club: queda eliminado de la Copa Libertadores en octavos de final ante Defensor Sporting. De allí en adelante, el rendimiento colectivo y personal disminuyó. Sufrió una importante lesión en su rodilla que lo dejó afuera de las canchas en toda la era Claudio Borghi y llegó a hacer creer a muchos que no seguiría jugando al fútbol. Pero reapareció con Julio César Falcioni como DT. La relación entre ellos arrancó mal: el director técnico decidió dejarlo afuera de los concentrados en el partido con All Boys por la tercera fecha del Clausura 2011. Los resultados fueron negativos y el 10 volvió al equipo titular hasta lesionarse. Ese campeonato, Martín Palermo dejó el fútbol. La pretemporada del Apertura 2011, mostraba a un Riquelme enérgico y con muchas ganas. Participó en los amistosos de Europa y comenzó un campeonato a un nivel similar al que llevaba en 2007. En la fecha 11, sufrió un problema en su tobillo y no pudo regresar a las canchas. Boca se consagró campeón y retornó a la Copa Libertadores.
Los problemas con el cuerpo técnico quedaban de lado por los excelentes resultados que obtenía el equipo. Sin embargo, la Copa arrancaba complicada con supuestos inconvenientes en el vestuario en Zamora, Venezuela. Nunca quedó claro que ocurrió pero en un club tan grande los rumores surgieron de inmediato. Boca fue avanzando ronda por ronda hasta alcanzar la final y perder con el Corinthians de Brasil. El equipo dirigido por Falcioni llegó a las últimas instancias de las tres competencias que disputaba. Finalizado el Clausura y la Copa, solo resta jugar la final de la Copa Argentina ante Racing, en agosto. 
Riquelme le dice adiós a Boca, y será recordado por el hincha como ese jugador que en los momentos claves siempre apareció; el que en los partidos más importantes la “rompía” –en los Superclásicos, por ejemplo-; un deportista que prefería asistir al delantero antes que hacer un gol; el que se calzaba el equipo al hombro en los momentos en que la pelota quemaba; el que con un tiro libre te abría un partido y lo ganaba… Ese es Riquelme, un jugador distinto y de los que difícilmente se vuelva a ver alguna vez; un enlace que hacía la pausa en el momento justo; que asistía con la precisión y velocidad necesaria; veloz a nivel mental como pocos; líder y siempre agradecido al club que lo vio crecer. En Boca, ganó más de lo que perdió y por eso, entre otras cosas, es y será el máximo ídolo de la historia Xeneize.
Hoy, decidió dar un paso al costado para dolor de todos los hinchas de Boca. Juan Román Riquelme siempre dio todo por el club y será recordado como el máximo ídolo de la historia. Si se retirará del fútbol o seguirá su carrera en otro club todavía es una incógnita, pero el simpatizante Xeneize siempre estará agradecido al 10 por todo lo que dio por la camiseta.






0 Comentarios:

Publicar un comentario